Reina es negra, eso lo dice todo, incluso la historia podría terminarse en esa palabra, dejando un vacío de vocablos y colores. Negra como el cielo, los pájaros, y los árboles. Vive en un pueblo de viejos, casi todos los jóvenes se fueron porque buscaban otros colores, es muy triste despertar en las mañanas y encontrar que el cielo está mas negro que ayer, aunque los pájaros cantan son negros, y que me dicen de las sombras oscuras de los árboles negros, todo es triste, por eso los jóvenes decidieron abandonar el pueblo y abrazar el camino, hasta que el cielo negro termine y comience otro color. Por desgracia Reina es la única negra del pueblo, por supuesto que ha pensado huir también, pero está vieja, tan vieja que ni ella misma sabe cuan vieja es. Reina ya está acostumbrada a que los demás la traten como a una negra, la justificación es que es un pueblo de ancianos peleones, que desembocan su ira con el color de su piel, y la culpan de que todo sea oscuro, hasta que Reina no se largue, el cielo no cobrará el color de antes. Lo cierto es que ya nadie recuerda como eran antes las cosas, simplemente el cielo se fue volviendo negro, de poquito en poquito. Reina vive sola, su casa es alegre con olor a tierra y a frijoles. Por las tardes enciende el radio y asomada en la ventana escucha la novela de las tres, el aparato a veces no quiere funcionar pero ella lo tira contra el suelo y le da unas cuantas patadas, y lo lanza contra la pared con varias malas palabras y entonces el radio deja de funcionar finalmente hasta el otro día, eso me pasa por negra. Una tarde Leonarda la vino a visitar y la encontró triste, enseguida buscó el radio y comenzó a trastearlo, de pronto el narrador de la novela se escuchó y Reina saltó de la alegría. ¿Cómo lo hiciste? No sé, todo es cuestión de unir cables, el rojo con el negro, y así…
A Leonarda no le gustan las novelas, uno no solo se entretiene sino que es parte de ese mundo, de esos personajes, una vez se embulló con una y terminó por obstinarse de la vida, del cielo negro, de los pájaros, y de los árboles, cuando la novela llegó a su capitulo final, decidió escribir más episodios, donde los personajes seguían con otros conflictos y con eso se mantuvo motivada hasta que se casó y tuvo a su hijo. Al marido lo mordió un cerdo venenoso, y murió a los tres días de la mordida, su hijo mató al cerdo, y luego de la muerte del padre, decidió marcharse, para encontrar un cielo de otro color. Leonarda se quedó sola, abandonada en su cabaña que se esconde en la colina, donde los pájaros cantan sin parar. Cuando terminó la novela, Leonarda sacó sus cartas y jugaron hasta el anochecer. Ambas comieron frijoles en silencio, y Leonarda fregó la loza antes que Reina apagara el radio y se sentara en el portal para pensar. A veces quisiera irme, cómo todos los demás, dijo Leonarda, se sentó al lado de Reina diciendo todo aquello sin mirarla. ¿No te sientes bien aquí? No es eso, ni siquiera estoy aburrida, es que me siento sola, si al menos viviera con alguien. A veces yo también tengo deseos de irme, no resisto la idea de ser la única negra en este pueblo. Si pensarás un poquito más te darías cuenta que tu lugar es este, aquí todo es negro, la gente que es diferente a ti, es la que sobra. A mi no me molesta tu color. ¿De verás? Tú si eres mi amiga. No, Reina, perdóname, pero yo no soy tu amiga. ¿No? Pero si tú me vienes a visitar, y conversamos mucho, y hasta comemos juntas, ¿eso no es amistad?, nunca hemos tenido ninguna discusión. ¿Hay en mi algo que te disgusta? No, al contrario me caes bien, lo que pasa es que yo quiero irme de este pueblo, pero no quiero hacerlo sola, quisiera irme contigo, pero tu no quieres, por eso no te considero mi amiga, los amigos nunca se separan, y si yo me voy, jamás te volveré a ver. ¿Entiendes? Por eso no te considero mi amiga. ¿Pero te volviste loca Leonarda? ¿Qué hacen un par de viejas tiradas en el camino, buscando un cielo de otro color? Prefiero morirme aquí donde todos me odian, que en cualquier lugar, con hambre, cansancio, y un montón de necesidades. Aquí te vas a morir sola Reina, igual que yo.
Hoy se termina la novela, el radio volvió a fastidiarse, Reina está ansiosa, se ha cagado en su madre más de diez veces, no ha querido tirarlo porque tiene miedo de que no funcione más. Trató de unir cables, rojos con negros y nada, ni una señal. Comienza a lamentarse que no debió nacer, que porque es tan infeliz, que lo único que quiere en esta vida es escuchar el último capitulo, y después morirse, que si se queda sin saber el final de la novela se va a suicidar. Reina llora, han pasado quince minutos de novela, decidió salir de la casa y echar a correr lejos. Después se cansó y le faltaba el aire y le dolía el pecho y el corazón más rápido que de costumbre, la muerte se le iluminó en el rostro y murió. Eres una vieja dramática Reina, las novelas terminan por volver loca a una, si no voy a tu casa y te encuentro tirada en el camino, te mueres de verdad. No te rías Leonarda, no puedes entenderme, todos estos meses no me he perdido un capitulo, todo este tiempo he esperado el final, para que la vida me recompense de esta manera. La vida es mucho mas complicada que el capitulo final de una novela Reina, todo es mentira. ¿Que sabes tu? Nada más piensas en irte, eres demasiado egoísta, además tu no eres mi amiga, no tienes derecho a decirme vieja trágica, prefiero que me digas negra antes que trágica. Dije dramática. ¿No es lo mismo? Esa noche fueron a casa de Carlota para que le contara el final de la novela a Reina. Carlota y Leonarda son viejas amigas, Carlota si es amiga de Leonarda porque se conocen de muchos años, desde niñas. Reina trató de que la conversación entre las dos no se dilatara y esta terminara por contarle de una vez el final. ¿Es tu amiga? Pregunta Carlota. No, mi vecina. El cerdo mordió al marido de la descarada, y este cayó al suelo, rabiando del dolor. Poco después el medico le dijo que su marido no se salvaría, el cerdo era venenoso. La descarada sufrió cantidad, estuvo llorando sin cesar en el tiempo que el hombre agonizaba, y entonces fue que ella le dijo que pidiera su último deseo. ¿Adivinen lo que pidió el hombre? Reina y Leonarda no se dirigieron la palabra, durante el camino. Decepcionada, venir de tan lejos para escuchar tales barbaridades, eso tu amiga lo inventó, es injusto que una novela pueda terminar tan mal. Leonarda interrumpió a Reina para decir que lo más importante es que está violando una ley, el narrador de la historia dijo que ninguna de la dos durante el camino se iban a dirigir una palabra, y tu no has hecho más que hablar. A Reina le molesta otras cosas, eso de que Leonarda no la considere su amiga es muy fuerte y doloroso, le da vergüenza que la gente no las vea como amigas, y si como vecinas, lo que sucede es que Leonarda se avergüenza porque ella es negra, y no quiere que la gente del pueblo la odie por eso. No vengas más a mi casa Leonarda. Me siento incomoda, además yo tampoco te considero mi amiga. Reina, no compliques las cosas, estás así porque no te gustó el final de la novela. No es por eso, lo que sucede es que yo si te considero mi amiga, no podemos estar en líneas diferentes. Leonarda sonrió y le dio la espalda a Reina sin decir palabra. Cuando quieras saber de mi estaré en mi cabaña, en la colina donde los pájaros no dejan de cantar. El marido agonizante le pidió a su mujer que le sacara la pinga y se la masturbara. La descarada no pudo soltar una palabra. ¡Pero estás loco! Lo que me quedan son segundos de vida, quiero morir del orgasmo. La mujer primero le pasó la lengua, descubrió la cabeza roja y sacó sus tetas para cubrir la pinga con ellas, y agitarla. La descarada no hacía más que llorar, la muerte se reflejaba en el rostro del marido que cerraba los ojos y soltaba quejidos de satisfacción. Chupamela, decía el marido en un susurro. No te mueras mi amor, sin ti no soy nada. Las manos y las tetas de la descarada se llenaron de semen, el esposo, murió con los ojos abiertos, y un aliento a orgasmo que le salía por la boca. La descarada le cerró los ojos, y continuó llorando hasta el final. Reina se asomó a la ventana, afuera llovía, ahora no volverá jamás a escuchar una novela en lo que le queda de vida. Se siente sola, una vez una mujer en el pueblo le dijo que se iba a quedar así, porque los negros se mueren solos, negros y solos sin que alguien ilumine con una vela la muerte que se te viene de pronto sobre el lecho. Abrió la sombrilla y abrazó el camino en medio de la lluvia. Leonarda ya dormía, pero se alegró mucho que Reina fuera a llegarse a su cabaña con los truenos y el aguacero. ¿No pudiste esperar a que escampara? No, me sentía sola, la soledad me estaba aterrando. Lo que pasa es que piensas mucho Reina, uno no puede estar pensando cosas tristes asomada en una ventana. Le dio algo para que se secara y encendió otra vela para que aumentara la luz. Yo te quiero mucho Leo. Yo también te quiero Reina, por eso es que no puedo ser tu amiga. Ya no me importa que no quieras ser mi amiga. ¿Entonces cuando nos vamos de este pueblo? Cuando quieras. Leonarda apagó una vela, Reina la otra, en medio de la oscuridad se acostaron juntas en la cama y se acariciaron hasta el otro día. Primera razón: quiero casarme contigo enfrente de todos, tener el privilegio de que nos odien y nos deseen la muerte, la gente va aplaudir cuando nos vayamos, harán una fiesta, justo lo que necesitamos, en una partida que será como en la luna de miel, que todos aplaudan deseándonos una noche apasionada llena de amor. Segunda razón: el camino será de nosotras, nuestros pasos serán lentos, una velará por la otra, si alguna en cualquier momento se siente sola, la otra abrirá sus brazos y producirá calor para que la soledad se derrita y poder así continuar el camino que nos queda. Tercera razón: no importara si el cielo cambia de color o no, lo importante es que el camino nunca termine, ni los pájaros dejen de cantar, y que tampoco Reina deje de decir malas palabras cuando las cosas no salen como se espera. Cuarta razón: Leonarda se subirá a un árbol en busca de mangos negros, Reina estará debajo tratando de que si Leo cae, termine encima de ella, después juntas irán al lago y se bañarán en la orilla, desnudas, tetas contra tetas, sexo contra sexo, barrigas contra barrigas. Quinta razón: el sendero esta por terminar, solo unos pasos y todo habrá acabado, Reina quiere regresar, tiene miedo. Leonarda no, si han llegado hasta aquí hay que enfrentar el final, pero los finales son decepcionantes, Reina recuerda la novela. A Leonarda le parece aburrido recorrer un camino ya andado. Reina está decidida, tiene las lágrimas afuera, y el cuerpo le tiembla de soledad. Leonarda decide regresar con Reina, solo porque te quiero, solo por eso. Reina promete que cuando lleguen al comienzo del camino, emprenderá de nuevo hacia el final del mismo, hasta que se termine y la muerte la separe abrazadas, entonces el cielo cambiará de color a negro, y solo bastará con esa palabra para que la historia termine.
Autor
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Actor, Cantante, guionista y realizador de audiovisuales, Licenciado en Educación Musical en la Universidad de Ciencias Pedagógicas de la Habana, miembro de la AHS (organización de artistas jóvenes de Cuba) en la sección de literatura. Egresado de septimo Curso de Técnicas Narrativas en el centro de Formación literaria Onelio Jorge Cardoso en el año 2005.
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